Cómo identificar y manejar la ansiedad en la infancia
Si tienes peques en casa o trabajas con ellos, es posible que hayas notado momentos en los que se sienten abrumados, inseguros o incluso asustados sin ninguna razón aparente. Pero, ¿cómo puedes saber si se trata de ansiedad y no solo de un mal día? Y lo más importante, ¿cómo puedes ayudarles a gestionarlo?

Los peques son un torbellino de emociones, un día están riendo a carcajadas y al día siguiente, una preocupación parece detener el mundo para ellos y ellas. Aunque solemos pensar en la ansiedad como algo de personas adultas, la realidad es que los peques también la sienten, pero de manera distinta. En los últimos años, cada vez más familias se enfrentan a la realidad de que niños y niñas también pueden experimentar altos niveles de ansiedad. En este artículo te damos algunos consejos para ayudarte a identificar si tu hijo o hija tiene ansiedad y cómo puedes ayudarle a manejarla sin agobiarlo
¿Qué es la ansiedad en la infancia?
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibe como amenazantes o desafiantes. Es importante entender que sentir algún grado de ansiedad en ciertos momentos es normal y forma parte del desarrollo. Por ejemplo, es normal que los niños y niñas sientan nervios antes de un examen o en su primer día en el cole. Sin embargo, cuando esos sentimientos persisten y afectan a su vida diaria, podría tratarse de un trastorno de ansiedad.
¿Cuáles son las principales causas?
La ansiedad en la infancia puede tener muchas causas. Aunque cada niño y niña es diferente, hay algunas cosas que pueden causar ansiedad con más frecuencia:
- Cambios importantes: Como mudanzas, empezar el cole, la llegada de un nuevo miembro a la familia o un cambio de rutina pueden hacerles sentir inseguros.
- Presión: Ya sea por sacar buenas notas o encajar con sus amigos y amigas, a veces sienten miedo por no cumplir con las expectativas.
- Problemas en casa: Si hay tensión familiar, como discusiones o una separación, esto puede afectarles mucho y generarles inseguridad.
- Factores externos: Como el bullying, las burlas o noticias impactantes que les puedan afectar.
- Su personalidad: Algunos peques son más sensibles y propensos a preocuparse y eso está bien, solo necesitan más apoyo.
Identificar la causa puede ayudarte a entender mejor lo que está sintiendo tu peque y cómo puedes apoyarle.
Cómo identificar la ansiedad en los peques
No siempre es fácil saber si tu hijo o hija tiene ansiedad. Puede que no sea capaz de expresar con palabras lo que siente, pero su comportamiento y estado de ánimo pueden darte pistas. Estas son algunas señales que puedes tener en cuenta para identificarla con tiempo:
- Cambios de humor: Se enfada con facilidad, llora más de lo normal o parece estar siempre de mal humor.
- Problemas para dormir: Puede tener pesadillas, negarse a ir a la cama o despertarse varias veces por la noche.
- Síntomas físicos: Quejas frecuentes de dolores de barriga, cabeza o malestar general sin una razón clara.
- Miedos desproporcionados: Está constantemente preocupado por cosas como que algo malo pase en casa, en el cole o con sus amistades.
- Evitan actividades: Se niega a ir al cole, participar en juegos o incluso salir de casa.
Si alguna de estas señales te suena familiar, no te preocupes. Lo importante es que estás identificando lo que está pasando y eso es un gran paso para ayudarle.
¿Cómo puedes ayudarles?
Una vez que identifiques que tu hijo o hija puede estar lidiando con la ansiedad, el siguiente paso es ayudarle a gestionarla. Lo más importante es que los peques sepan que estás ahí para ellos y ellas. Estas son algunos consejos prácticos:
1. Háblales y escucha sin juzgar
Pregúntales cómo se sienten, sin juzgar ni intentar arreglar todo al momento. A veces, lo único que necesitan es que les escuches y que les digas: “Entiendo que te sientas así”. Evita frases como “No pasa nada” o “Eso no es importante”. Para ellos sí lo es.
2. Crea una rutina que les dé seguridad
Los niños y niñas se sienten más tranquilos cuando saben qué esperar. Intenta mantener horarios regulares para las comidas, el sueño y otras actividades. Esto les ayuda a sentir cierto control.
3. Ayúdales a expresar sus emociones
No siempre saben cómo explicar lo que les pasa. Enséñales palabras para describir sus emociones como miedo, tristeza o preocupación. Puedes hacerlo a través de cuentos, dibujos o simplemente hablando juntos.
4. Practica técnicas de relajación
Enseñarles a respirar profundamente puede ser de gran ayuda. Por ejemplo, pídeles que imaginen que están inflando un globo mientras respiran hondo y luego que lo desinflen poco a poco al exhalar.
5. Déjales enfrentarse a sus miedos poco a poco
Aunque quieras protegerles de todo, evitar las situaciones que les asustan puede empeorar su ansiedad. Ayúdales a enfrentarse a sus miedos de forma gradual, haciéndoles saber que tú estás ahí para apoyarles.
6. Reduce la sobrecarga de información
A veces, los peques se preocupan por cosas que ni siquiera entienden del todo, como noticias, cosas que ven en internet o conversaciones de adultos. Trata de filtrar la información que llega a ellos para que no se sientan abrumados.
7. Anímales a hacer cosas que disfruten
El juego, el deporte o incluso actividades creativas como pintar o hacer manualidades son formas perfectas de liberar tensiones y conectar con ellos.
¿Cuándo debes buscar ayuda profesional?
Recuerda que cada peque es un mundo y lo que funciona para uno, puede no ser igual de efectivo para otro. La clave está en conocerlos bien y adaptar las estrategias a sus necesidades. Si la ansiedad de tu peque dura varios meses o empieza a interferir en su vida diaria es importante buscar apoyo profesional. Un profesional de la psicología infantil puede darles herramientas para gestionar sus emociones y ayudarte a entender mejor cómo apoyarles.
La ansiedad en la infancia puede parecer un desafío complicado, pero con las estrategias adecuadas y mucho amor, es posible ayudar a los peques a enfrentar sus miedos y crecer con confianza. Lo más importante es estar presente, escucharles y buscar apoyo cuando sea necesario.
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Publicado en Responsabilidad Social Corporativa