Familia: la protección excesiva no ayuda
Convertirte en un padre o madre helicóptero al sobreproteger a tus hijos e hijas, evita que desarrollen una personalidad independiente y segura.

La crianza es una tarea complicada que conlleva una gran responsabilidad. La mayoría de padres y madres son conscientes de esta complejidad, e intentan batallar con la ayuda de las herramientas de las que disponen. Sin embargo, la situación actual describe un nuevo panorama en la situación familiar, ya que hace que una gran parte de los papás y mamás busquen la perfección, rozando incluso la ansiedad a través de la protección excesiva. Pero, ¿qué significa que padres y madres se conviertan en seres ansiosos?
Esta búsqueda de la perfección a la hora de criar a los más pequeños, corre el riesgo de convertirse en una muy poco saludable sobreprotección de los más pequeños o, como se ha bautizado recientemente, llegar a la paternidad y/o maternidad helicóptero.
¿Qué es la sobreprotección excesiva de los hijos e hijas?
La sobreprotección de los padres y madres hace referencia a la realización continuada de todas aquellas tareas que pueden y deben hacer los más pequeños por sí solos. Tanto padres como madres se sienten importantes y seguros si les proporcionan todo a sus hijos e hijas durante toda su vida, alcanzando una sobreprotección excesiva que no ayuda.
Aunque se tenga muy buena intención, es posible llegar a estos extremos de protección muy dañinos para el desarrollo del o la menor. Entonces, ¿cuáles son las principales razones de este comportamiento en la crianza?
Como puedes observar y escuchar, la psicóloga Nuria Javaloyes, destaca en este vídeo 2 motivos para una protección excesiva de padres y madres:
- El amor sin límites por los hijos e hijas. Siempre se dice que cuando un hijo o una hija nace, se conoce el verdadero amor, eres capaz de quererle sin límites. Este amor también te lleva al miedo de que le ocurra algo malo y se pueda frustrar.
- Responsabilidad por la felicidad plena de los menores. Buscas su bienestar completo, intentando allanar el camino al máximo, sin caídas, para que consigan tener todo lo que se propongan sin obstáculos.
¿Y si te decimos que la sobreprotección es contraproducente a todo esto?
El peligro de la sobreprotección en la crianza
A pesar de estar cargado de buenas intenciones, este comportamiento de sobreprotección de padres y madres envía un mensaje nocivo a los más pequeños: estás dudando de sus capacidades. Es algo así como decirle “Tú no puedes o no sabes hacerlo” ”Lo hago yo (a mi manera) que seguro que lo hago mejor y más rápido”
Aquí te mostramos algunos ejemplos de esta sobreprotección excesiva que comenta la psicóloga en el vídeo:
- Como te quiero tanto, te dejo dormir 10 minutos más porque madrugas mucho. Así, te visto yo, te hago la cama, te preparo la mochila y vamos más rápido.
- Como sé que tienes tantas extraescolares, o que tienes esa excursión, es mejor que yo me encargue de organizar la bolsa, y todo lo que necesitas porque así seguro que no se te olvida nada.
Con este tipo de crianza, conseguimos niños y niñas con una excesiva falta de autonomía, muy dependientes, y grandes problemas de seguridad en sí mismos y en sus capacidades.
Hay que tener en cuenta que fomentar esa autonomía en los más pequeños es uno de los objetivos de la crianza, y como padres y madres es lo más valioso que les podemos aportar para que sean personas sanas emocionalmente.
Descubre el análisis del proyecto Dale una vuelta, donde ponemos a prueba el lenguaje hacia los más pequeños y la influencia en su bienestar emocional.
Además, el error es la base del aprendizaje, forma parte del proceso madurativo, por lo que no sólo es normal equivocarse, está incluso dentro de lo que podemos llamar un desarrollo saludable.
Por lo tanto, si lo quieres hacer bien con tus hijos e hijas, ¿qué tienes que hacer?
Consejos para tener hijos sanos emocionalmente
- Darle la importancia que tiene al error a través de su normalización.
- Reconocer y entender nuestros propios desatinos como papás y mamás.
- Aprender junto a nuestros pequeños las lecciones de todo aquello que no hemos hecho bien, para intentar encontrar juntos, una respuesta alternativa y/o una solución si es necesario.
En definitiva, la crianza de padres y madres no debe encaminarse hacia la protección excesiva, debe tratar de generar autonomía y tolerancia a la frustración. No puedes pretender que vayan andando siempre sobre seguro, sino acompañarlos en ese camino, que sientan tu ayuda y tu apoyo incondicional, pero permitiendo que se caigan. Échale un cable, pero no te adelantes a sus necesidades.
Recuerda, sus cosas las tiene que hacer él o ella, no tú.
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Publicado en Meridiano Seguros