Cómo fomentar la creatividad infantil
La creatividad no es solo cosa de artistas, es una herramienta valiosa para tu peque que influye en su forma de crecer, de jugar y de descubrir el mundo. Y sí, puedes acompañarle en ese proceso de una forma sencilla, desde casa y sin necesidad de grandes recursos.

Fomentar la creatividad infantil no significa llenar su agenda de actividades extraescolares ni tener la casa llena de manualidades. Se trata de permitir que imagine, que se aburra, que invente, que haga cosas a su manera, de ofrecerle un entorno donde se sienta libre para explorar sin miedo a equivocarse. Si tu peque tiene libertad para crear, para hacerse preguntas y para jugar sin reglas estrictas, ya estás haciendo más de lo que crees.
¿Por qué es tan importante cuidar su creatividad?
La creatividad ayuda a tu hijo o hija a adaptarse, a resolver conflictos, a relacionarse con los demás y a estimular la inteligencia emocional. Además, le da confianza para expresarse tal como es.
Piensa, por ejemplo, en cuando se inventa un juego nuevo con un palo, una caja o unas pinzas de la ropa. O ese momento en el que transforma una historia conocida en algo completamente distinto o cuando te cuenta una teoría sobre cómo funcionan las nubes, todo eso es creatividad en marcha. Estimularla no solo le ayuda a desarrollar su imaginación, sino también su pensamiento crítico y su capacidad de decisión.
¿Cómo puedes fomentar su creatividad en casa?
Estas son algunas ideas y consejos que puedes adaptar a tu ritmo y al de tu peque. No es necesario hacerlos todos, solo estar presente y ofrecerle un entorno en el que pueda ser libre de imaginar.
1. Deja espacio para el juego libre
El juego espontáneo, sin guiones ni instrucciones, es una de las formas más poderosas de estimular la creatividad. No hace falta que tenga muchos juguetes ni que sigáis una actividad concreta, de hecho, muchas veces es mejor que no tenga todo decidido por adelantado.
Unos lápices, una sábana o un montón de cojines pueden convertirse en castillos, barcos, micrófonos o ciudades enteras. Si convierte una toalla en una capa de superhéroe o dibuja un animal con tres cabezas, está creando sin miedo y eso es justo lo que se busca.
2. No tengas miedo al aburrimiento
El aburrimiento, lejos de ser un problema, puede ser una gran oportunidad. Aunque te cueste verlo o verla así, es una gran puerta de entrada a la creatividad. Cuando tu peque no tiene todo planeado, su cabeza empieza a buscar formas de entretenerse por sí misma y ahí es donde muchas veces aparece la chispa creativa.
Si te dice “me aburro”, no corras a darle una solución. Puedes preguntarle: “¿Y tú qué harías ahora?”, es una manera sencilla de invitarle a pensar y crear por sí solo o sola.
3. Valora el proceso, no solo el resultado
Cuando te enseñe un dibujo, un invento o una historia, intenta no centrarte solo en si está “bonito” o “bien hecho”. Puedes preguntarle qué ha querido hacer, qué ha disfrutado más o qué le inspiró. Eso le ayuda a entender que lo valioso está en el proceso, no en llegar a un resultado perfecto.
Si solo recibe atención cuando algo está bien hecho, puede empezar a tener miedo a equivocarse y dejar de arriesgar. Pero si siente que puede probar, cambiar, volver a empezar y hacerlo a su manera, su creatividad tendrá espacio para crecer.
4. Comparte momentos creativos
No hace falta que seas una persona especialmente creativa, lo importante es el tiempo compartido con tu peque. Podéis leer cuentos juntos e inventar finales distintos, cocinar con decoraciones divertidas, transformar objetos reciclados en personajes o crear historias antes de dormir.
No tengas en cuenta si sale perfecto o no, solo disfruta de ese rato juntos, de la conexión, de la risa. Esos momentos también forman parte del crecimiento creativo de tu peque.
5. Propón preguntas que despierten su imaginación
Una manera muy efectiva de alimentar su imaginación es hacer preguntas que no tengan una única respuesta. Por ejemplo:
- ¿Qué pasaría si los animales hablaran?
- ¿Cómo sería vivir en una casa flotante?
- ¿Y si el cole estuviera en una nube?
- Si pudieras tener un superpoder por un día, ¿cuál elegirías?
No hace falta que respondan con lógica ni que tenga sentido. Lo que estás haciendo es abrir una puerta a su pensamiento creativo y lo estás haciendo desde el juego y la curiosidad.
6. Acompaña sin juzgar
Como se ha mencionado antes, la creatividad necesita un entorno seguro. Si siente que sus ideas son bien recibidas, aunque sean extrañas o diferentes, se sentirá libre para seguir expresándose.
Evita corregirle constantemente o decir frases como “eso no tiene sentido” o “así no se hace”. Puedes probar con “qué curioso, ¿cómo se te ha ocurrido?” o “cuéntame más”. A veces, solo necesita que le escuches con atención y cariño.
7. Observa lo que le motiva
Cada peque es un mundo. Hay quien se expresa mejor con dibujos, otro con palabras, otro bailando, otro construyendo. Observa qué tipo de juego o actividad le entusiasma y busca formas de acompañarle desde ahí.
No hace falta forzar intereses que no le llaman la atención, cuando una actividad le conecta con lo que siente, su creatividad fluye de forma natural. Y esa conexión es la base de una creatividad sana y duradera.
No se trata de ser un madre o un padre experto en creatividad, se trata de estar presente y pasar tiempo en familia. De dar permiso para imaginar y para equivocarse, de confiar en que tu peque tiene una enorme capacidad de crear su propio mundo siempre y cuando se sienta escuchado, aceptado o aceptada y libre.
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Publicado en Responsabilidad Social Corporativa