Recetas saludables en familia
Comer en familia es algo más que llenar el estómago, es un momento para compartir risas, charlas y para cuidaros entre todos. Y si además lo hacéis con recetas saludables, estarás ayudando a que tus peques crezcan con buenos hábitos y mucha energía.

Cocinar con los peques puede ser una de esas actividades que se quedan para siempre en la memoria. No necesitas ser un experto o experta ni pasar horas en la cocina, con recetas sencillas, un poco de organización y muchas ganas, puedes transformar cualquier comida en casa en algo divertido y sano para todos. Además, que los niños y niñas participen les ayuda a sentirse más seguros, a aprender y a querer probar cosas nuevas.
¿Por qué es tan importante comer en familia?
La alimentación en familia cumple un papel esencial en el desarrollo de los niños y niñas. Está comprobado que los peques que comen habitualmente con sus padres y madres tienden a adoptar mejores hábitos alimenticios y tienen más probabilidades de mantenerlos en la edad adulta.
Cuando los peques participan en la cocina, se familiarizan con nuevos sabores y texturas y reduce la resistencia a probar alimentos diferentes. Muchas veces, el rechazo a ciertos ingredientes no es por el sabor en sí, sino por el desconocimiento. Si les involucras en la cocina, tocando, oliendo y preparando, la curiosidad les gana y están más dispuestos a probar y disfrutar nuevos sabores.
Además, compartir la mesa en familia fomenta la comunicación, la empatía y la paciencia. Es un espacio seguro donde pueden expresarse, aprender sobre nutrición y entender por qué es fundamental cuidar el cuerpo con alimentos adecuados. También mejora su autoestima al sentirse parte del proceso y tomar decisiones sobre qué comen.
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Recetas saludables en familia
El día a día puede ser ajetreado, con el cole, las actividades y el trabajo, por eso, incorporar pequeñas rutinas puede hacer una gran diferencia. Una buena idea es planificar el menú semanal con tus peques, incluso en una hoja en la nevera, para ayudarles a anticipar comidas, evitar improvisar con opciones poco saludables y enseñarles a organizarse.
También es útil dedicar un rato el fin de semana para preparar algunas bases saludables que faciliten montar platos rápidos durante la semana.Estas son algunas recetas sencillas, sabrosas y saludables para diferentes momentos del día, que podéis preparar y disfrutar todos juntos.
Desayunos para arrancar con energía
- Tortitas integrales de plátano y avena: Solo necesitas un plátano maduro, dos huevos y tres cucharadas de avena molida. Mezcla todo, cocina pequeñas tortitas en una sartén y sírvelas con fruta fresca. Es una receta perfecta para que los peques te ayuden a mezclar y a dar la vuelta, estimulando su autonomía.
- Tostada integral con aguacate y tomate: Deja que tu peque machaque el aguacate mientras tú cortas el tomate. Añadid un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva. Esta combinación es una fuente saludable de grasas buenas y vitaminas para empezar el día con fuerza.
Comidas rápidas y nutritivas
- Ensalada de pasta con pollo y verduras: Cuece la pasta y déjala enfriar. Cocina la pechuga de pollo a dados a la plancha con un poco de aceite y añade tomates cherry, maíz, aguacate y espinacas. Mezcla todo y aliña con aceite y limón. Los peques pueden ayudar a lavar, preparar y mezclar esta comida nutritiva y completa.
- Bowl familiar: Prepara una base con arroz integral, añade garbanzos cocidos, zanahoria rallada, aguacate en rodajas y huevo cocido. Cada persona puede personalizar su bol con los ingredientes que más le gusten, fomentando la autonomía y el gusto por la comida equilibrada.
Meriendas saludables para recargar las pilas
- Galletas caseras de avena y manzana: Mezcla avena, puré de manzana, canela y un poco de miel. Haz bolitas y hornea 15 minutos. Dulces, sin azúcar añadido y perfectas para la merienda.
- Yogur con fruta y frutos secos: Deja que elijan la fruta que quieran y mezclarla con yogur natural. Añade frutos secos picados para un toque crujiente.
- Brochetas de fruta: Corta plátano, kiwi, fresa y pera y que cada niño o niña monte su brocheta con un palito de madera. Esta receta es divertida, colorida y una manera sencilla de aportar vitaminas y proteínas.
Cenas suaves para acabar el día
- Crema de calabacín y manzana: Cuece calabacín, manzana pelada y un poco de cebolla. Tritura todo y añade un chorrito de aceite de oliva. Perfecta para una cena ligera.
- Mini pizzas de berenjena: Corta rodajas de berenjena, hornéalas un poco, pon salsa de tomate, queso rallado y orégano. Mételas al horno hasta que se derrita el queso. A los peques les encanta montar y decorar estas mini pizzas.
¿Cómo conseguir que los peques se animen en la cocina?
- Llevalos a comprar: enséñales a elegir frutas y verduras, a leer etiquetas y a distinguir los alimentos saludables de los ultraprocesados.
- Deja que participen: lavar verduras, mezclar ingredientes o decorar platos son tareas perfectas para ellos.
- Convierte la cocina en un juego: propón retos, como preparar la pizza más original o montar la ensalada más colorida.
- Sé paciente: respeta sus gustos y su ritmo, que disfruten el momento sin presiones es lo más importante.
En definitiva, cocinar y comer juntos es una de las mejores formas de cuidar la salud y pasar tiempo de calidad en familia. Las recetas saludables ayudan a que todos crezcáis con energía y buenos hábitos y el proceso de preparar la comida juntos crea recuerdos que se quedarán para siempre en los peques.
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Publicado en Responsabilidad Social Corporativa