8 pasos para gestionar la herencia tras el fallecimiento de un ser querido
Cuando fallece un ser querido, lo más importante es poder vivir el duelo con calma y a tu ritmo. Pero hay trámites que llegan antes de que puedas procesar todo lo que ha pasado y uno de ellos y de los que más duda genera, es el de la herencia.

En esos momentos, lo último que apetece es pensar en papeles, trámites o notarios. Pero, tarde o temprano, llega el momento y es normal que surjan dudas, miedos o incluso bloqueo. No es un trámite que se resuelva en un día y algunas veces es más complejo de lo que parece, pero saber por dónde empezar y qué pasos seguir puede darte algo de claridad en medio de todo.
8 pasos para gestionar una herencia
1. Solicita el certificado de defunción
Es el primer paso, ya que sin este documento no puedes hacer ningún otro trámite relacionado con la herencia. Lo puedes pedir en el Registro Civil del lugar donde haya fallecido la persona. Si estás gestionando todo esto desde otra ciudad o comunidad, puedes solicitarlo online o por correo.
2. Pide el certificado de últimas voluntades
Este documento te dirá si la persona que ha fallecido dejó testamento y, si es así, ante qué notaría lo hizo. Se solicita en el Ministerio de Justicia, tanto online como en delegaciones físicas, y necesitarás el certificado de defunción y el justificante de pago de una pequeña tasa. Este paso es clave porque a partir de aquí sabrás cómo continuar con el resto del trámite.
3. Localiza y solicita el testamento si existe
Una vez que tengas el certificado de últimas voluntades, sabrás si hay testamento y en qué notaría se firmó. Si tú eres una de las personas beneficiarias, puedes pedir una copia autorizada en esa notaría. Es un documento que te indica de forma clara cómo se reparte la herencia y qué te corresponde a ti.
¿Y si no hay testamento? Si la persona fallecida no dejó testamento no te preocupes, se abre lo que se llama una sucesión intestada. En ese caso, hay que acudir a una notaría para iniciar un acta de declaración de herederos. Aquí se determina quién tiene derecho legal a heredar, normalmente pareja, hijos o hijas, padres o madres y si no los hubiera, hermanos o hermanas.
Este proceso puede tardar un poco más, pero está bien regulado. Si te sientes perdida o perdido, puedes pedir ayuda a una notaría para que puedan orientarte.
4. Haz un inventario de bienes y deudas
Antes de tomar decisiones importantes, necesitas saber exactamente qué incluye la herencia, ya que no solo incluye casas, dinero o cuentas bancarias, también pueden existir deudas, hipotecas, préstamos, etc.
Por eso, lo más recomendable es hacer un inventario detallado. Algunas notarías o gestorías pueden ayudarte con esto. Es la mejor manera de saber si te interesa aceptar la herencia o si es mejor plantearte otras opciones.
5. Decide si aceptas o no la herencia
Una vez sepas lo que incluye la herencia, puedes decidir entre:
- Aceptar pura y simplemente: Heredas bienes y deudas.
- Aceptar a beneficio de inventario: Solo responderás por las deudas del fallecido con los bienes que recibas. Esto quiere decir que tu patrimonio personal queda protegido y no tendrás que pagar de tu bolsillo si las deudas superan lo que heredas.
- Renunciar a la herencia: No obtienes ni bienes ni deudas.
No hay una opción correcta o incorrecta para todo el mundo, dependerá de tu situación y de lo que incluya la herencia. Si tienes dudas, es muy recomendable hablar con una persona experta en derecho sucesorio. Este paso también se realiza ante notaría.
6. Repartir la herencia entre las personas beneficiarias
Si hay más personas herederas y ya se ha aceptado la herencia, llega el momento de repartir. Si hay testamento, se sigue lo que se indica en él. Si no lo hay, se reparte por ley. En muchos casos será necesario firmar una escritura de partición de herencia en la notaría, sobre todo si hay propiedades de por medio.
Aquí es muy importante intentar llegar a acuerdos amistosos. A veces el proceso se complica más por diferencias personales que por lo legal. Si ves que la situación se tensa, puedes valorar la opción de una mediación.
7. Presentar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones
Este impuesto se paga en la comunidad autónoma donde vivía la persona fallecida. Lo habitual es que tengas un plazo de seis meses desde el fallecimiento para presentarlo, aunque se puede pedir una prórroga si la necesitas.
El importe varía mucho según la comunidad, el valor de la herencia y el grado de parentesco. Por eso, es importante informarse bien o dejarse acompañar por una asesoría especializada. Presentar este impuesto correctamente es necesario para poder hacer cambios de titularidad más adelante.
8. Cambiar la titularidad de los bienes heredados
Una vez hecho todo lo anterior, ya puedes poner los bienes a tu nombre. Si hay una vivienda, tendrás que inscribirla en el Registro de la Propiedad. Y si hay cuentas bancarias, deberás acudir al banco con la documentación para realizar el cambio. También puedes encontrarte con vehículos, seguros, planes de pensiones… Cada caso tiene su procedimiento, pero todos requieren acreditar que tú eres la persona heredera.
Algunas recomendaciones para llevar mejor el proceso
- Reúne y guarda bien toda la documentación: copias de certificados, recibos, actas, etc. Te serán útiles en distintos momentos del proceso.
- No tengas miedo de pedir ayuda: si todo esto se te hace cuesta arriba, hay profesionales que pueden acompañarte y ayudarte a entender cada paso.
- Tómate tu tiempo: dentro de los plazos legales, no tienes que hacerlo todo de golpe. Estás viviendo un momento delicado y es importante que también te cuides mientras realizas las gestiones.
Gestionar una herencia tras la pérdida de alguien importante no es solo un asunto legal, también es emocional. Cada firma, cada papel, puede remover recuerdos o generar dudas. Pero paso a paso y sabiendo por dónde empezar, puedes hacerlo con más claridad. Y recuerda que no tienes que hacerlo todo sola o solo.
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Publicado en Responsabilidad Social Corporativa