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Vuelta al trabajo sin estrés

Ante la inminente vuelta al trabajo tras el final de las vacaciones, aquellos que no se sienten seguros o felices en su entorno laboral, experimentan los primeros síntomas del estrés. Este tipo de estrés es diferente al habitual dentro del día a día de nuestro trabajo en el que nos encontramos con cierto nivel de exigencia tanto a nivel físico como psíquico.

Vuelta al trabajo sin estrés

El estrés al que nos referimos en este artículo es aquel que viene relacionado con la ansiedad de la vuelta al trabajo. Se empieza a notar en el momento en el que se acerca el final del período vacacional y puede llegar incluso a influenciar nuestro comportamiento.

El estrés

El estrés es un estado de alarma que adopta nuestro propio organismo ante ciertos cambios. Teniendo en cuenta esta definición, podemos afirmar que la concepción de esta alarma no es necesariamente negativa, ya que su función principal es prepararnos para el cambio, alertarnos para llegar a adaptarnos a tiempo e incluso superar la prueba.

Cuando este tipo de alerta influye directamente en nuestro comportamiento y en nuestra relación con los demás puede resultar incluso incapacitante, por lo que debemos saber gestionar estas emociones y controlarlas en cuanto recibamos el aviso.

El problema del estrés crónico viene dado cuando interiorizamos cierto comportamiento automatizado a la hora de afrontar las situaciones. Si la relación con nuestros superiores jerárquicos o con algunos compañeros nos produce estrés e interiorizamos esta percepción, el día de antes de la vuelta al trabajo sufriremos ansiedad y nerviosismo, llegando a psicosomatizar este sentimiento a través de problemas físicos.

Si esta vuelta a la realidad, nos entristece profundamente, tal vez sea momento de pararnos a reflexionar y empezar a escuchar qué es lo que nos está queriendo decir nuestro cuerpo. A partir de este análisis, es posible que debamos actuar en pro de una mejora emocional.

¿Cómo empezamos a gestionar la vuelta al trabajo?

Lo primero que debemos hacer es ser conscientes de nuestra responsabilidad laboral y empezar a enfocar la rutina, adoptando hábitos saludables fuera de los excesos a los que nos hayamos acostumbrado en vacaciones.

Trazar un plan de acción

Una vez estemos de vuelta en nuestro puesto de trabajo, es importante, en la medida de lo posible, priorizar nuestra salud mental a través de una adaptación natural dividiendo las tareas en bloques de prioridad. De esta forma organizaremos nuestra agenda y nuestras tareas de manera que podamos cumplir con lo más urgente sin caer en períodos de ansiedad.

Por otra parte, es importante respetar los períodos de descanso y de comida. Mantener un bienestar orgánico es clave para poder rendir con nuestras tareas y evitar el estrés innecesario.

Nos guste más o menos nuestro trabajo, al finalizar nuestra jornada laboral, es recomendable poner el off y disfrutar del tiempo libre realizando actividades placenteras como estar entre amigos, con la familia, leer, y saludables como la práctica deportiva.

Todos nos permitimos ciertos caprichos durante las vacaciones, por lo que recuperar una dieta saludable nos ayudará a eliminar toxinas y a sentirnos más fuertes para afrontar las exigencias del día a día.

Si quieres saber cómo volver a la normalidad con ligeros cambios en la rutina alimentaria que supongan una desintoxicación duradera, este artículo para ganar salud a través de la alimentación es para ti.

Permitir que el proceso fluya y evitar la impaciencia.

Una vez hallemos la estabilidad, podremos empezar a definir nuestros objetivos profesionales de forma retadora, lo que nos ayudará a no estancarnos. Una buena manera de perfilar este camino es introduciendo elementos de evolución e incluso premiarnos por cada logro.

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El estrés es un estado de alarma que adopta nuestro propio organismo ante ciertos cambios. Teniendo en cuenta esta definición, podemos afirmar que la concepción de esta alarma no es necesariamente negativa, ya que su función principal es prepararnos para el cambio, alertarnos para llegar a adaptarnos a tiempo e incluso superar la prueba.

Cuando este tipo de alerta influye directamente en nuestro comportamiento y en nuestra relación con los demás puede resultar incluso incapacitante, por lo que debemos saber gestionar estas emociones y controlarlas en cuanto recibamos el aviso.

El problema del estrés crónico viene dado cuando interiorizamos cierto comportamiento automatizado a la hora de afrontar las situaciones. Si la relación con nuestros superiores jerárquicos o con algunos compañeros nos produce estrés e interiorizamos esta percepción, el día de antes de la vuelta al trabajo sufriremos ansiedad y nerviosismo, llegando a psicosomatizar este sentimiento a través de problemas físicos.

Si esta vuelta a la realidad, nos entristece profundamente, tal vez sea momento de pararnos a reflexionar y empezar a escuchar qué es lo que nos está queriendo decir nuestro cuerpo. A partir de este análisis, es posible que debamos actuar en pro de una mejora emocional.

¿Cómo empezamos a gestionar la vuelta al trabajo?

Lo primero que debemos hacer es ser conscientes de nuestra responsabilidad laboral y empezar a enfocar la rutina, adoptando hábitos saludables fuera de los excesos a los que nos hayamos acostumbrado en vacaciones.

Trazar un plan de acción

Una vez estemos de vuelta en nuestro puesto de trabajo, es importante, en la medida de lo posible, priorizar nuestra salud mental a través de una adaptación natural dividiendo las tareas en bloques de prioridad. De esta forma organizaremos nuestra agenda y nuestras tareas de manera que podamos cumplir con lo más urgente sin caer en períodos de ansiedad.

Por otra parte, es importante respetar los períodos de descanso y de comida. Mantener un bienestar orgánico es clave para poder rendir con nuestras tareas y evitar el estrés innecesario.

Nos guste más o menos nuestro trabajo, al finalizar nuestra jornada laboral, es recomendable poner el off y disfrutar del tiempo libre realizando actividades placenteras como estar entre amigos, con la familia, leer, y saludables como la práctica deportiva.

Todos nos permitimos ciertos caprichos durante las vacaciones, por lo que recuperar una dieta saludable nos ayudará a eliminar toxinas y a sentirnos más fuertes para afrontar las exigencias del día a día.

Si quieres saber cómo volver a la normalidad con ligeros cambios en la rutina alimentaria que supongan una desintoxicación duradera, este artículo para ganar salud a través de la alimentación es para ti.

Permitir que el proceso fluya y evitar la impaciencia.

Una vez hallemos la estabilidad, podremos empezar a definir nuestros objetivos profesionales de forma retadora, lo que nos ayudará a no estancarnos. Una buena manera de perfilar este camino es introduciendo elementos de evolución e incluso premiarnos por cada logro.

También te puede interesar este artículo en el que podrás encontrar algunos consejos sobre cómo prepararte mentalmente para la vuelta a la rutina.

Por otra parte, para los que tengan niños y niñas en edad escolar, la ‘vuelta al cole’ puede añadir una tensión adicional en las circunstancias actuales, por lo que los consejos prácticos para padres y madres sobre la recuperación de la rutina que se dan en este post también podrán ser de gran ayuda.

Publicado en Meridiano Seguros