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¿Sabes cómo reaccionar ante el dolor de un ser querido?

Cuando estamos cerca de una persona que está pasando por un mal momento, nos surgen dudas como: qué tipo de iniciativas de apoyo emocional podemos poner en marcha para ayudar a esa persona que sufre.

Dar la mano a un ser querido | Bienestar emocional

En muchas ocasiones cuando queremos ayudar a otra persona que está sufriendo, nos bloqueamos, no sabemos cómo actuar y solo nos sale preguntarle ¿qué puedo hacer por ti?. Debemos entender que esa persona necesita de nosotros una ayuda más concreta.

A la hora de reaccionar ante el dolor de un ser querido, debemos priorizar el equilibrio de su bienestar emocional, y para este objetivo es esencial saber prestar unos óptimos primeros auxilios emocionales. En este vídeo, la psicóloga Nuria Javaloyes, nos cuenta más acerca de cómo encontrar la mejor manera de reaccionar a la hora de ayudar a alguien.

Primeros auxilios emocionales psicóloga vídeo

¿Qué son los primeros auxilios psicológicos?

Los primeros auxilios emocionales hacen referencia a la capacidad que tenemos de reaccionar ante el dolor de un ser querido y saber cómo actuar para ser realmente una ayuda y no ejercer más presión sobre lo que está sintiendo esa persona.

Según lo que hemos podido ver en el Curso de primeros auxilios emocionales lanzado por Grupo ASV Servicios Funerarios, el primer paso para prestar primeros auxilios a nivel psicológico es entender cómo se atienden las necesidades emocionales. Ser consciente de la importancia que tiene escucharlas y atenderlas, sin huir de ellas, es fundamental.

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Para entender cómo involucrarte en el cuidado de la salud mental tanto propia como ajena, profundizar en la naturaleza de los procesos emocionales implicados, es tarea obligatoria a la hora de trabajar en beneficio del bienestar emocional.

¿Cómo establecer una guía de primeros auxilios emocionales?

Para iniciar una guía de primeros auxilios emocionales, debemos saber prestar una escucha activa. Este paso es esencial para empezar a ejercer auxilio emocional.

De esta primera reflexión, sacariamos los 2 primeros puntos principales:

Por una parte, el ser humano cuando sufre, necesita la interconexión con otras personas, por lo que debemos estar al lado de esa persona que siente incertidumbre, tristeza, pesar, o incluso ansiedad. Nuestra “simple” presencia, nuestro acompañamiento físico, es un salvavidas para quien precisa de esos primeros auxilios a nivel psicológico.

En segundo lugar, esta escucha activa nos ayuda a practicar un concepto con el que tenemos demasiados prejuicios pero que es de gran ayuda a la hora de prestar una ayuda real a quien no está pasando por su mejor momento: practicar el silencio. Debemos entender que las palabras mágicas no existen porque un discurso sanador no está en nuestra mano, no tenemos el poder de acabar con la tristeza de otra persona.

Tendemos a querer romper el silencio y nos decantamos por conversaciones que pueden incluso aumentar la incomodidad de la situación. Es importante que aprendamos a respetar los silencios.

Con sentencias como “Lo tienes todo en la vida, ¿de qué te quejas?”, “No es para tanto”, “Llorando no solucionas nada” creemos que estamos restando importancia a la situación, para que la otra persona tenga otra perspectiva sobre lo que está pasando, pero lo que conseguimos es desautorizar las emociones de una persona que puede estar en una situación de ansiedad o tristeza.

El apoyo emocional se basa en saber ponerse en los zapatos de otro.

Una buena alternativa a estas frases serían todas aquellas que muestren empatía y al mismo tiempo que ofrezcan seguridad. No es lo mismo pretender cambiar la realidad de una persona que acompañarle en su camino, prestando nuestra mano.

Teniendo esto en cuenta, el siguiente punto en esta primera guía de primeros auxilios emocionales, sería que debemos respetar la necesidad de soledad de cada persona. Respetar el proceso de quien está pasando por un mal momento, es el mejor auxilio que podemos ofrecer.

Como último punto, cabría destacar que debemos eliminar otro prejuicio: llorar no es malo. La expresión de las emociones es necesaria, y en concreto el llanto, aunque sea angustiado, ayuda a soltar y a permitir emociones como la tristeza, el miedo o, incluso, la rabia.

Recuerda, si quieres saber qué se aprende en un curso de primeros auxilios psicológicos, o por qué es importante participar en uno, puedes ver lo que ha preparado la psicóloga María Ros, profesional especializada en trastornos de ansiedad, mejora de la autoestima y educación emocional, y conductora de este primer Curso de primeros auxilios emocionales de Grupo ASV.

Publicado en Meridiano Seguros